La construcción del objeto de estudio: desafíos metodológicos

"Internet research is served best by a solid command of social science, research methods, complemented with a flexible, pluralistic, and serendipitous approach by investigators." [1]


Las aproximaciones metodológicas a los estudios en Internet –y de recepción- son aún motivo de discusión académica, y de alguna forma la metodología de aproximación a los estudios de comunicación también es una materia en construcción. Como dice Javier Callejo, “la investigación de audiencia en Internet se presenta como un reto metodológico”[2].

Javier Callejo, sociólogo, periodista e investigador de los procesos de comunicación masiva, señala que el concepto de audiencia es un concepto teórico fragmentado y en transformación que emerge de la propia concepción de la sociedad. Además, advierte que los procedimientos utilizados en la observación construyen la audiencia. “La audiencia es sociedad”, afirma y “pensar y observar la audiencia producen la audiencia, tanto como los requerimientos proyectados de su investigación.”[3] Para Callejo constituir la recepción exige concebir la investigación de audiencias como un proceso que, a su vez, contiene varios procesos: un proceso comunicativo que es anterior a la observación y se encuentra sobre las relaciones sociales; un proceso metodológico que lleva a tener en cuenta la propia situación de observación, y en qué medida produce los datos que aporta; y un proceso reflexivo, que incluye la conciencia de los resultados que se van produciendo por parte de los observados. [4]

A continuación se presenta un resumen de los pasos involucrados en la construcción del objeto de estudio de esta investigación:

Primera aproximación a la lectura de noticias en la Web y sus lectores. (2002-2003)

Entrevistas y reuniones con El Observador, recopilación de datos de Observa y análisis de la misma.Elaboración y envío de cuestionario vía correo electrónico.Análisis de los resultados de esta etapa.

Recorrido por las investigaciones y estudios realizados en otros países: la lectura en Internet, la lectura de noticias en Internet, y la lectura de diarios en papel. Selección de la información relevante.

Investigación y recopilación de información vinculada a cómo se leen los diarios en papel y el perfil de sus lectores.

Investigación del contexto: recopilación de información sobre Internet en Uruguay y lectura de diarios en Uruguay.
Algunas entrevistas realizadas por la autora:
- Rafael Klappenbach, subsecretario de redacción del diario El Observador. (Al momento de la entrevista)
- Guillermo Pérez, director de El País Digital.
- Juan Da Rosa, gerente de medios de Equipos Mori.

Segunda aproximación a la lectura de noticias en la Web y sus lectores.(2003-2004)

Recorrido por las investigaciones y estudios realizados en otros países. Selección de la información relevante e incorporación de la misma a la memoria de grado.

Asistencia al Primer Congreso Iberoamericano de Periodismo Digital (Organizado por Clarín en Buenos Aires - Argentina) Conversaciones con ponentes: Nora D’Alessio, Consultora D’Alessio-Argentina; Rosental Calmon Alves, de la Universidad de Texas; Ofa Bezunartea, de la Universidad de Sevilla.

Entrevistas en profundidad a 10 montevideanos entre 25 y 36 años, universitarios, intensivos usuarios de Internet, lectores de diarios online e interesados por el consumo de información.

Análisis, selección e interpretación de la información recopilada en las entrevistas en profundidad.

Recopilación y sistematización de información.




Primera aproximación al objeto de estudio

A comienzos de 2002 me propuse hacer un estudio en el portal Observa -que entonces ofrecía la versión online del diario El Observador y un portal de noticias con actualización- con el objetivo de investigar los hábitos de lectura entre sus lectores. Una decisión que más tarde debí revisar.

Para partir “de la circulación de los objetos y de la identidad de las prácticas, y no de las clases o los grupos”[5] analicé la información recopilada por la encuesta Su opinión nos importa entre los lectores de Observa suscriptos al correo de noticias titulares -que dirigió Oscar Botinelli en 2001 y cuyos resultados parciales me brindó El Observador a mediados de 2002.

De acuerdo con las prácticas que se visualizan en los resultados de dicha encuesta, se desprende una agrupación de lectores que accede diariamente a Internet y no lee el diario en papel. Bajo la premisa de que es más probable observar nuevos modos de lectura dentro de un grupo de personas interesadas en el consumo de noticias, que sean usuarias intensivas[6] de la tecnología que da soporte al diario online, y que ya no tengan el hábito de leer diarios papel concentré la mirada en estos lectores. Es decir, seleccioné dentro del universo de los lectores que participaron en la encuesta Su opinión nos importa a aquellos que cumplían dos condiciones:

1- Usar diariamente Internet
2- No ser lectores del diario en papel

Para saber quiénes eran estos lectores, solicité a El Observador que realizara una consulta en la base de datos que almacenaba los resultados de la encuesta Su opinión nos importa, filtrando por estas dos condiciones (usos) para ver cuál era el perfil de dichos lectores.

De acuerdo al análisis de los datos que me brindó El Observador a partir de esta consulta resultó que dentro del universo de lectores de Observa la mayoría de esta población que accedía a Internet y no era lectora del diario en papel, correspondía a montevideanos entre 25 y 35 años, por lo que decidí acotar el estudio a esta franja etárea en la ciudad de Montevideo (2002).

Así, partiendo de las prácticas y la circulación de los objetos llegué a definir una agrupación de lectores de Observa acotada por la edad a un grupo de jóvenes adultos, y reunida geográficamente en la capital de Uruguay.

A partir de entonces, comencé a buscar el contacto con estos lectores. Solicité la colaboración de la empresa El Observador -lo que no se llegó a concretar- y en forma paralela empecé a buscar personas que se adecuaran a este perfil, solicitando que respondieran a un cuestionario vinculado al tema. Con este fin, envié un correo electrónico dentro de dos empresas cuyo personal mayoritariamente se ajusta –en edad y residencia- al perfil definido para el estudio, recibiendo pocas respuestas adecuadas a todas las condiciones solicitadas en el perfil:

- Tener entre 25 y 35 años
- Ser uruguayo residente en Montevideo
- Acceder todos los días a Observa
- No ser lector de El Observador en su edición impresa

De casi 200 personas, recogí 16 cuestionarios completados, y varias respuestas en las que se disculpaban de no contestar la encuesta por no coincidir con ese perfil porque todavía eran lectores del diario en papel, o no accedían todos los días a Observa, o no entraban todos los días a Internet, y hasta incluso recibí algunos correos electrónicos de quienes amablemente se ponían a disposición para responder el cuestionario a pesar de no coincidir con el perfil solicitado, dada la evidente dificultad que notaban en los requerimientos.
En tanto, el portal Observa incorporó cambios radicales en su propuesta que anunció a fines de 2002: reforzó la posición de Observa como un portal de noticias gratuito y comenzó a requerir una suscripción paga para la lectura de las noticias de El Observador lanzando una nueva oferta a los lectores, denominada MIO, que se posicionó como la posibilidad de acceder al diario El Observador en línea, y a otros servicios (como acceso al archivo de El Observador, etc.). Observa quedaba como un portal de noticias con actualización de la información, donde se podían leer algunos de los titulares y copetes de las noticias publicadas de El Observador papel, y otras noticias breves no publicadas en el diario.

En forma simultánea propuse la investigación de los modos de lectura entre los lectores del diario El País, para quienes armé un nuevo cuestionario y lo presenté a Guillermo Pérez coordinador de El País Digital, con quien conversé en setiembre de 2003. La respuesta fue directa y esclarecedora porque me señaló que un estudio de este tipo lo realizarían con una consultora y no con una estudiante. El diario El País estaba solicitando en ese momento el registro de sus usuarios Web para la lectura de noticias como parte del proceso que llevaba a instaurar el cobro para acceder al texto completo de las noticias, que se concretó pocos meses después.

Tanto los comentarios de las personas a quienes envié el cuestionario como las respuestas de los propios medios de comunicación, junto a toda la información que fui atesorando en este período (recorrido por las investigaciones vinculadas al tema, análisis del uso de Internet en Uruguay, de la lectura de diarios en papel, etc.) constituyeron un aprendizaje que terminé de clarificar luego de asistir al Primer Congreso Iberoamericano de Periodismo Digital organizado por Clarín en Buenos Aires en octubre de 2003[7], y que me llevó a redefinir la aproximación propuesta para la memoria de grado.

Por un lado se hizo evidente que el enfoque acotado a la audiencia de un medio concreto en Internet no era razonable de acuerdo a los objetivos de este trabajo. En el afán de conocer los hábitos de lectura de noticias en Internet y posibles cambios con respecto a la lectura en papel, alcanzó con poner verdaderamente la mirada en el receptor para ver que el consumo de noticias en la Web no está limitado a un solo medio, y que justamente una de las posibilidades más características que ofrece esta tecnología que ha sido incorporada por estos lectores, es el acceso a diversas fuentes de información, a diversos medios en línea, una ventaja que aprovecha el navegante de Internet interesado en el consumo de noticias.

Considero que el primer acercamiento[8] que planteé estaba más centrado en el emisor que en el receptor, lo que pudo verse promovido por el hecho de haber trabajado en el diario El Observador hasta octubre de 2001. A pesar de que esa fue la fecha en que se concretó la desvinculación como empleada de El Observador, me llevó más tiempo tomar distancia con mi tarea cotidiana de periodista de un diario, así como con la propia empresa.

Finalmente, el análisis de la información que fui adquiriendo durante todo este tiempo fue lo que me permitió reafirmar el propósito de esta memoria de grado, definir y acotar el estudio, y seleccionar otra forma de aproximación dentro del encare metodológico cualitativo siendo más discreta en el alcance.

El objeto de estudio, y el propósito del trabajo seguía siendo el mismo que al comienzo: indagar los modos de lectura de noticias en Internet en Uruguay poniendo la mirada en el receptor. Y todavía tenía validez la decisión de mirar a los usuarios intensivos de Internet que consultaran diarios en línea y tuvieran interés en el consumo de noticias. Sin embargo, ya no era coherente recortar la población de estudio a los lectores de un solo medio de comunicación, ni pedir necesariamente que hubieran dejado de leer en el papel. Los cambios en los hábitos de consumo no van al mismo ritmo de las modificaciones que hacen posible estos cambios. Con la aparición de nuevos medios de comunicación la historia muestra que estos conviven con los anteriores produciéndose sí un desplazamiento de audiencia, que se mantiene constante y se reparte entre la nueva oferta informativa.[9]


Segunda aproximación al objeto de estudio

A partir de este aprendizaje, seguido del análisis de la información que fui recopilando sobre perfil del usuario de Internet en Uruguay, el uso que hace de Internet, el perfil de los lectores de diarios en papel en Uruguay y lo que se sabe que hacen con respecto al consumo de información, me propuse realizar 10 entrevistas en profundidad a montevideanos, entre 25 y 36 años, universitarios, intensivos usuarios de Internet, lectores de diarios online e interesados por el consumo de información, para escuchar sus opiniones y conocer su experiencia como lectores de diarios en Internet.

Montevideanos porque es en la capital donde se concentra la mayoría de internautas en Uruguay, así como de lectores de diarios. Por otro lado, al analizar los usos de Internet que muestran los resultados de un estudio de la consultora Radar[10] y comparar las tendencias vinculadas a la edad, la educación y el sexo de estos usos con el perfil de los lectores de diarios impresos[11], se puede observar que el hábito de lectura de noticias en Internet, al igual que el hábito de lectura de diarios impresos en Uruguay es predominantemente masculino, aumenta con la educación y con la edad. Además, un trabajo realizado por la misma consultora Radar en el año 2002 señala que tanto los portales de información en línea como la prensa tradicional llega por igual a los universitarios entre 20 y 39 años.[12]

Las tendencias vinculadas al sexo, niveles de ingreso y educación del perfil del usuario de Internet en Uruguay (levemente más masculino, menor de 30 años, universitario y de ingresos altos[13]) coinciden con el perfil del lector de diarios en papel, en tanto la tendencia vinculada a la edad es opuesta: el uso de Internet es más frecuente entre los más jóvenes en tanto en hábito de lectura de diarios en papel es más frecuente a medida que aumenta la edad.

El margen de edad seleccionado para este estudio contempla estos datos y estas consideraciones aunque los límites establecidos también tengan un dejo de arbitrariedad al acotar el margen de 25 años a diez años después.

En cuanto al sexo, si bien la tendencia al uso intensivo de Internet como a la lectura más frecuente de diarios tiende a ser más numerosa entre los hombres, dado que mi interés era partir de las prácticas y circulación de objetos, mi requisito central era que fueran usuarios frecuentes de Internet, y entrevisté tanto hombres como mujeres, tendiendo a equilibrar la presencia de cada género.

Indagar en los hábitos de lectura de diarios en Internet, es investigar a sus lectores, a las audiencias, un terreno que ofrece algunas dificultades prácticas cuando la investigación no es propuesta desde los propios medios de comunicación. Estos desafíos se deben a la realidad cambiante que viven los nuevos medios –por ejemplo, el cambio de estrategia que los ha llevado a pasar de la gratuidad al cobro- y por otro al valor económico del objeto al que se acerca la mirada. La venta de audiencia a los anunciantes, la publicidad, representa la principal fuente de ingresos de los diarios y no la venta de ejemplares. Por ejemplo, en Uruguay el 60%-70% de los ingresos de los diarios proviene de la venta de publicidad, ingresos que iban en caída durante el período en que se realizó este trabajo, al igual que la propia cobertura de lectura de diarios[14]. Por lo tanto, en un entorno tan competitivo y poco favorable para estos medios de comunicación[15], resulta lógico esperar un cierto repliegue ante la intención de poner la mirada en su audiencia.

Más allá del contexto local, durante el Primer Congreso Iberoamericano de Periodismo Digital me terminé de convencer luego de conversar brevemente con algunos de los ponentes[16] –en la búsqueda de estudios similares realizados en otras partes del mundo- que la información sobre el comportamiento de los lectores, los diarios podían tenerla pero no la compartían y que debía ser yo quien debía hallarla.

Creo que este es un buen momento para pensar en el receptor, que parece estar más cerca y accesible que antes porque por ejemplo, hoy la tecnología hace posible saber qué hace una persona en la Web cuando navega. Algo que afecta a los propios medios online porque para vender publicidad se ven ante una demanda de datos más sofisticados acerca del comportamiento de su audiencia, ya no alcanza con decir a los anunciantes que hay tantas visitas en el sitio, y surgen conceptos nuevos como el de surrounding sessions que plantea el conocer qué hizo tal usuario dentro de ese sitio Web mientras estuvo navegando en él. Con este concepto se vende a los anunciantes el tiempo y los hábitos del suscriptor: cómo navegan, qué hacen dentro del sitio, su experiencia en al menos cinco páginas dentro de determinado sitio Web.[17]

Esto incide también en los propios estudios de comunicación porque plantea, a la vez, la posibilidad de tener nuevas fuentes de información sobre el comportamiento del receptor y el dilema ético de cómo recoger estos datos porque la tecnología hoy permite rastrear al usuario en su actividad de navegación sin que lo sepa[18].

Además, es necesario tener en cuenta que la mayoría de los datos y estudios más frecuentes sobre esta interacción entre los lectores y texto periodístico en Internet hasta el momento “han tendido más a enceguecer con grandes cifras que a dar cuenta de lo que ocurre con el lector-navegante del diario”, como bien lo planteó Ofa Bezunartea de la Universidad de Sevilla en el Congreso de Periodismo Digital organizado por Clarín y la Fundación Noble en Buenos Aires, a fines de octubre de 2003[19]:

“Los elementos cuantitativos son interesantes pero insuficientes para darnos una idea de cuál es el uso que se hacen los usuarios Internet. Las mediciones de audiencia en Internet, sufrieron de la misma psicosis general -hace unos cinco años- de que Internet iba a barrer con todo lo que existía y por eso hubo un interés especial en medir la cantidad. Las características mismas de Internet permitían el acceso a la información estadística que se suponía iba a tener un interés inmediato para la publicidad de los diarios. Se hizo hincapié en la cantidad de clicks y en el peso (la carga) de cada página porque la velocidad era una limitante que podía dejar afuera a lectores. Las mediciones oficiales nunca consiguen tener el dato de qué temas se leen y cuánto tiempo se pasan en cada sección”.

La académica advirtió que las cifras que se ofrecían podían confundir. Comentó que cuando se daba el número de usuarios de un diario online se tomaba el número de visitas al sitio Web considerando cada clic que el usuario ejecutaba como una visita, lo que podía dar resultados equívocos.

Por ejemplo, señaló que “La Vanguardia de Barcelona podía tener en esa época 20 mil usuarios diarios y El Periódico, que se edita en la misma ciudad, 18 mil usuarios. Sin embargo, en la clasificación de visitas aparecía por delante El Periódico que La Vanguardia porque en el número de visitas que se contabilizaban al mes, El Periódico tenía más millones de visitas o páginas vistas que La Vanguardia”.[20]

Este equívoco sistema de medición de visitas hizo que los propios medios se las ingeniaran para sumar el mayor número de clicks posibles, indicó. Por ejemplo, un click en el titular y otro clic en la foto de una misma noticia, se contabilizaba como dos visitas aunque se tratara de la misma información. No sólo se usaron las fotografías como artimañas para aumentar el número de visitas, sino también los pop ups[21]. El País de Madrid recibió una sanción por duplicar el número de visitas en su primera página usando pop ups, comentó Bezunartea.

“Lo engañoso del método estadístico de la medición de las audiencias nos lo muestra el hecho de que estemos hablando de millones de páginas vistas o millones de visitas a los medios o a Internet en general, y en España según los datos del 2002 sólo el 25% de la población es usuaria de Internet, y aunque ese número se está incrementando aceleradamente, resulta difícil superar la barrera del 30 y tanto por cierto de usuarios”, remató la académica.[22]

Incluso Jakob Nielsen, experto en temas de usabilidad en la Web quien suele brindar muchas cifras en sus apreciaciones e informaciones que regularmente publica en su newsletter Alertbox, también criticó el fetichismo de los números que impera en los estudios de usabilidad, y sugiere que es mejor hacer énfasis en los estudios cualitativos. [23]

Considero que los datos cuantitativos son un aporte para esta investigación pero que el acercamiento debe ser cualitativo dado el tema que se aborda: las prácticas de lectura. Es decir, se trata de buscar el cómo, más allá de la cifra y para ello un enfoque cuantitativo sería incompleto. Es el significado de la cifra inscripta en la cotidianeidad de los lectores de noticias en Internet lo que se intenta develar.

La técnica seleccionada, la entrevista en profundidad, “supone captar la experiencia del entrevistado en sus propios términos, acceder a las significaciones que para él tienen los sucesos a los que se refiere en la entrevista, reduciendo la intervención del investigador al mínimo posible. En otras palabras, lo esencial en ella es comprender desde el punto de vista del otro”. [24]

En resumen, con el propósito de investigar los modos de lectura de noticias en Internet, y compararlos con los hábitos de lectura de diarios impresos, realicé 10 entrevistas en profundidad a montevideanos, entre 25 y 36 años, universitarios, intensivos usuarios de Internet, lectores de diarios online e interesados por el consumo de información, para conocer su experiencia como lectores de diarios en Internet y sus opiniones con respecto a la lectura de diarios en papel.


[1] Jankowski, Nicholas W. NCA Preconference. Internet Research: An Introduction for Reasearches and Teachers. Atlanta, Georgia. Oct. 2001. http://baserv.uci.kun.nl/~jankow/Jankowski/presentations/
New_Methods_for_Internet_Research_(2001).pdf
.
[2] Callejo, Javier. Investigar las audiencias. Un análisis cualitativo... op cit. p 22.
[3] Ibidem.
[4] Ib. p 48.
[5] Cavallo, Guglielmo; Chartier, Roger, y otros. Historia de la lectura ... op cit.
[6] Para quienes el acceso a Internet es una práctica frecuente, y no esporádica.
[7] Congreso Iberoamericano de Periodismo Digital. Buenos Aires, 29, 30, 31 de octubre 2003. (http://www.congresobsas.clarin.com/)
[8] Cuyos resultados se presentan en el capítulo de este trabajo : Los lectores y la lectura de noticias en la Web. Primera aproximación.
[9] Fidler, Roger. Mediamorfosis. Comprender los nuevos medios. Buenos Aires. Granica. 1998. p 207-211
[10] Consultora Radar. Medio millón de perfectos desconocidos. El perfil del internauta uruguayo. Investigación cuantitativa realizada entre el 17 de octubre y 4 de noviembre de 2001.
[11] Entrevista realizada por la autora a Juan Da Rosa... op. cit //Achugar, Hugo. Repetí, Sandra. Dominzain, Susana. Radakovich, Rosario. Imaginarios y consumo cultural. Primer informe nacional sobre consumo y comportamiento cultural Uruguay 2002. Montevideo. Trilce. 2003. pp 58-63
[12] El Observador. Café&negocios. 29/09/02...ob.cit.
[13] Achugar, Hugo. Imaginarios y consumo cultural...op cit., pp 101-102
[14] Entrevista realizada por la autora a Juan Da Rosa. Octubre, 2003...op cit.
[15] Ha sido un período de despidos y dificultades económicas para los diarios en Uruguay, que en el caso del diario La República tuvo como consecuencia la imposibilidad de salir a la calle durante unos días.
[16] Nora D’Alessio, de Consultora D’Alessio Argentina; Ofa Bezunartea, de la Universidad de Sevilla; Rosental Calmon Alves, de la Universidad de Texas.
[17] Notas propias y documentación Power Point brindada por Rosental Calmon Alves de su presentación durante el Congreso de Periodismo Digital. Octubre, 2003.
[18] El uso de cookies por ejemplo. Al navegar en la Web estos archivos llamados cookies se almacenan en la computadora del usuario y permiten a la empresa/sitioWeb/institución saber quién es el usuario y rastrear su navegación. La mayoría de los usuarios tiene en las opciones de su navegador el aceptar el uso de cookies, por lo cual ni se entera que este rastreo se lleva a cabo.
[19] Notas propias y transcripción de la ponencia de Ofa Bezunartea durante el Congreso de Periodismo Digital. Octubre, 2003. op. cit.
[20] Ibidem.
[21] En este entonces no se habían divulgado aún los bloqueadores de popups que permiten impedir que estas ventanas se abran en la pantalla del usuario sin su consentimiento.
[22] Notas propias y transcipción de la ponencia de Ofa Bezunartea... op.cit.
[23] Nielsen, Jakob. Alertbox, March, 2004. Risks of Quantitative Studies. http://www.useit.com/alertbox/20040301.html
[24] Sánchez Vilela, Rosario. La entrevista en profundidad en la investigación de la recepción de telenovela. Conferencia realizada en la Pontificia Universidad Católica de Chile, diciembre 2002.


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"Internet research is served best by a solid command of social science, research methods, complemented with a flexible, pluralistic, and serendipitous approach by investigators." [1]


Las aproximaciones metodológicas a los estudios en Internet –y de recepción- son aún motivo de discusión académica, y de alguna forma la metodología de aproximación a los estudios de comunicación también es una materia en construcción. Como dice Javier Callejo, “la investigación de audiencia en Internet se presenta como un reto metodológico”[2].

Javier Callejo, sociólogo, periodista e investigador de los procesos de comunicación masiva, señala que el concepto de audiencia es un concepto teórico fragmentado y en transformación que emerge de la propia concepción de la sociedad. Además, advierte que los procedimientos utilizados en la observación construyen la audiencia. “La audiencia es sociedad”, afirma y “pensar y observar la audiencia producen la audiencia, tanto como los requerimientos proyectados de su investigación.”[3] Para Callejo constituir la recepción exige concebir la investigación de audiencias como un proceso que, a su vez, contiene varios procesos: un proceso comunicativo que es anterior a la observación y se encuentra sobre las relaciones sociales; un proceso metodológico que lleva a tener en cuenta la propia situación de observación, y en qué medida produce los datos que aporta; y un proceso reflexivo, que incluye la conciencia de los resultados que se van produciendo por parte de los observados. [4]

A continuación se presenta un resumen de los pasos involucrados en la construcción del objeto de estudio de esta investigación:

Primera aproximación a la lectura de noticias en la Web y sus lectores. (2002-2003)

Entrevistas y reuniones con El Observador, recopilación de datos de Observa y análisis de la misma.Elaboración y envío de cuestionario vía correo electrónico.Análisis de los resultados de esta etapa.

Recorrido por las investigaciones y estudios realizados en otros países: la lectura en Internet, la lectura de noticias en Internet, y la lectura de diarios en papel. Selección de la información relevante.

Investigación y recopilación de información vinculada a cómo se leen los diarios en papel y el perfil de sus lectores.

Investigación del contexto: recopilación de información sobre Internet en Uruguay y lectura de diarios en Uruguay.
Algunas entrevistas realizadas por la autora:
- Rafael Klappenbach, subsecretario de redacción del diario El Observador. (Al momento de la entrevista)
- Guillermo Pérez, director de El País Digital.
- Juan Da Rosa, gerente de medios de Equipos Mori.

Segunda aproximación a la lectura de noticias en la Web y sus lectores.(2003-2004)

Recorrido por las investigaciones y estudios realizados en otros países. Selección de la información relevante e incorporación de la misma a la memoria de grado.

Asistencia al Primer Congreso Iberoamericano de Periodismo Digital (Organizado por Clarín en Buenos Aires - Argentina) Conversaciones con ponentes: Nora D’Alessio, Consultora D’Alessio-Argentina; Rosental Calmon Alves, de la Universidad de Texas; Ofa Bezunartea, de la Universidad de Sevilla.

Entrevistas en profundidad a 10 montevideanos entre 25 y 36 años, universitarios, intensivos usuarios de Internet, lectores de diarios online e interesados por el consumo de información.

Análisis, selección e interpretación de la información recopilada en las entrevistas en profundidad.

Recopilación y sistematización de información.




Primera aproximación al objeto de estudio

A comienzos de 2002 me propuse hacer un estudio en el portal Observa -que entonces ofrecía la versión online del diario El Observador y un portal de noticias con actualización- con el objetivo de investigar los hábitos de lectura entre sus lectores. Una decisión que más tarde debí revisar.

Para partir “de la circulación de los objetos y de la identidad de las prácticas, y no de las clases o los grupos”[5] analicé la información recopilada por la encuesta Su opinión nos importa entre los lectores de Observa suscriptos al correo de noticias titulares -que dirigió Oscar Botinelli en 2001 y cuyos resultados parciales me brindó El Observador a mediados de 2002.

De acuerdo con las prácticas que se visualizan en los resultados de dicha encuesta, se desprende una agrupación de lectores que accede diariamente a Internet y no lee el diario en papel. Bajo la premisa de que es más probable observar nuevos modos de lectura dentro de un grupo de personas interesadas en el consumo de noticias, que sean usuarias intensivas[6] de la tecnología que da soporte al diario online, y que ya no tengan el hábito de leer diarios papel concentré la mirada en estos lectores. Es decir, seleccioné dentro del universo de los lectores que participaron en la encuesta Su opinión nos importa a aquellos que cumplían dos condiciones:

1- Usar diariamente Internet
2- No ser lectores del diario en papel

Para saber quiénes eran estos lectores, solicité a El Observador que realizara una consulta en la base de datos que almacenaba los resultados de la encuesta Su opinión nos importa, filtrando por estas dos condiciones (usos) para ver cuál era el perfil de dichos lectores.

De acuerdo al análisis de los datos que me brindó El Observador a partir de esta consulta resultó que dentro del universo de lectores de Observa la mayoría de esta población que accedía a Internet y no era lectora del diario en papel, correspondía a montevideanos entre 25 y 35 años, por lo que decidí acotar el estudio a esta franja etárea en la ciudad de Montevideo (2002).

Así, partiendo de las prácticas y la circulación de los objetos llegué a definir una agrupación de lectores de Observa acotada por la edad a un grupo de jóvenes adultos, y reunida geográficamente en la capital de Uruguay.

A partir de entonces, comencé a buscar el contacto con estos lectores. Solicité la colaboración de la empresa El Observador -lo que no se llegó a concretar- y en forma paralela empecé a buscar personas que se adecuaran a este perfil, solicitando que respondieran a un cuestionario vinculado al tema. Con este fin, envié un correo electrónico dentro de dos empresas cuyo personal mayoritariamente se ajusta –en edad y residencia- al perfil definido para el estudio, recibiendo pocas respuestas adecuadas a todas las condiciones solicitadas en el perfil:

- Tener entre 25 y 35 años
- Ser uruguayo residente en Montevideo
- Acceder todos los días a Observa
- No ser lector de El Observador en su edición impresa

De casi 200 personas, recogí 16 cuestionarios completados, y varias respuestas en las que se disculpaban de no contestar la encuesta por no coincidir con ese perfil porque todavía eran lectores del diario en papel, o no accedían todos los días a Observa, o no entraban todos los días a Internet, y hasta incluso recibí algunos correos electrónicos de quienes amablemente se ponían a disposición para responder el cuestionario a pesar de no coincidir con el perfil solicitado, dada la evidente dificultad que notaban en los requerimientos.
En tanto, el portal Observa incorporó cambios radicales en su propuesta que anunció a fines de 2002: reforzó la posición de Observa como un portal de noticias gratuito y comenzó a requerir una suscripción paga para la lectura de las noticias de El Observador lanzando una nueva oferta a los lectores, denominada MIO, que se posicionó como la posibilidad de acceder al diario El Observador en línea, y a otros servicios (como acceso al archivo de El Observador, etc.). Observa quedaba como un portal de noticias con actualización de la información, donde se podían leer algunos de los titulares y copetes de las noticias publicadas de El Observador papel, y otras noticias breves no publicadas en el diario.

En forma simultánea propuse la investigación de los modos de lectura entre los lectores del diario El País, para quienes armé un nuevo cuestionario y lo presenté a Guillermo Pérez coordinador de El País Digital, con quien conversé en setiembre de 2003. La respuesta fue directa y esclarecedora porque me señaló que un estudio de este tipo lo realizarían con una consultora y no con una estudiante. El diario El País estaba solicitando en ese momento el registro de sus usuarios Web para la lectura de noticias como parte del proceso que llevaba a instaurar el cobro para acceder al texto completo de las noticias, que se concretó pocos meses después.

Tanto los comentarios de las personas a quienes envié el cuestionario como las respuestas de los propios medios de comunicación, junto a toda la información que fui atesorando en este período (recorrido por las investigaciones vinculadas al tema, análisis del uso de Internet en Uruguay, de la lectura de diarios en papel, etc.) constituyeron un aprendizaje que terminé de clarificar luego de asistir al Primer Congreso Iberoamericano de Periodismo Digital organizado por Clarín en Buenos Aires en octubre de 2003[7], y que me llevó a redefinir la aproximación propuesta para la memoria de grado.

Por un lado se hizo evidente que el enfoque acotado a la audiencia de un medio concreto en Internet no era razonable de acuerdo a los objetivos de este trabajo. En el afán de conocer los hábitos de lectura de noticias en Internet y posibles cambios con respecto a la lectura en papel, alcanzó con poner verdaderamente la mirada en el receptor para ver que el consumo de noticias en la Web no está limitado a un solo medio, y que justamente una de las posibilidades más características que ofrece esta tecnología que ha sido incorporada por estos lectores, es el acceso a diversas fuentes de información, a diversos medios en línea, una ventaja que aprovecha el navegante de Internet interesado en el consumo de noticias.

Considero que el primer acercamiento[8] que planteé estaba más centrado en el emisor que en el receptor, lo que pudo verse promovido por el hecho de haber trabajado en el diario El Observador hasta octubre de 2001. A pesar de que esa fue la fecha en que se concretó la desvinculación como empleada de El Observador, me llevó más tiempo tomar distancia con mi tarea cotidiana de periodista de un diario, así como con la propia empresa.

Finalmente, el análisis de la información que fui adquiriendo durante todo este tiempo fue lo que me permitió reafirmar el propósito de esta memoria de grado, definir y acotar el estudio, y seleccionar otra forma de aproximación dentro del encare metodológico cualitativo siendo más discreta en el alcance.

El objeto de estudio, y el propósito del trabajo seguía siendo el mismo que al comienzo: indagar los modos de lectura de noticias en Internet en Uruguay poniendo la mirada en el receptor. Y todavía tenía validez la decisión de mirar a los usuarios intensivos de Internet que consultaran diarios en línea y tuvieran interés en el consumo de noticias. Sin embargo, ya no era coherente recortar la población de estudio a los lectores de un solo medio de comunicación, ni pedir necesariamente que hubieran dejado de leer en el papel. Los cambios en los hábitos de consumo no van al mismo ritmo de las modificaciones que hacen posible estos cambios. Con la aparición de nuevos medios de comunicación la historia muestra que estos conviven con los anteriores produciéndose sí un desplazamiento de audiencia, que se mantiene constante y se reparte entre la nueva oferta informativa.[9]


Segunda aproximación al objeto de estudio

A partir de este aprendizaje, seguido del análisis de la información que fui recopilando sobre perfil del usuario de Internet en Uruguay, el uso que hace de Internet, el perfil de los lectores de diarios en papel en Uruguay y lo que se sabe que hacen con respecto al consumo de información, me propuse realizar 10 entrevistas en profundidad a montevideanos, entre 25 y 36 años, universitarios, intensivos usuarios de Internet, lectores de diarios online e interesados por el consumo de información, para escuchar sus opiniones y conocer su experiencia como lectores de diarios en Internet.

Montevideanos porque es en la capital donde se concentra la mayoría de internautas en Uruguay, así como de lectores de diarios. Por otro lado, al analizar los usos de Internet que muestran los resultados de un estudio de la consultora Radar[10] y comparar las tendencias vinculadas a la edad, la educación y el sexo de estos usos con el perfil de los lectores de diarios impresos[11], se puede observar que el hábito de lectura de noticias en Internet, al igual que el hábito de lectura de diarios impresos en Uruguay es predominantemente masculino, aumenta con la educación y con la edad. Además, un trabajo realizado por la misma consultora Radar en el año 2002 señala que tanto los portales de información en línea como la prensa tradicional llega por igual a los universitarios entre 20 y 39 años.[12]

Las tendencias vinculadas al sexo, niveles de ingreso y educación del perfil del usuario de Internet en Uruguay (levemente más masculino, menor de 30 años, universitario y de ingresos altos[13]) coinciden con el perfil del lector de diarios en papel, en tanto la tendencia vinculada a la edad es opuesta: el uso de Internet es más frecuente entre los más jóvenes en tanto en hábito de lectura de diarios en papel es más frecuente a medida que aumenta la edad.

El margen de edad seleccionado para este estudio contempla estos datos y estas consideraciones aunque los límites establecidos también tengan un dejo de arbitrariedad al acotar el margen de 25 años a diez años después.

En cuanto al sexo, si bien la tendencia al uso intensivo de Internet como a la lectura más frecuente de diarios tiende a ser más numerosa entre los hombres, dado que mi interés era partir de las prácticas y circulación de objetos, mi requisito central era que fueran usuarios frecuentes de Internet, y entrevisté tanto hombres como mujeres, tendiendo a equilibrar la presencia de cada género.

Indagar en los hábitos de lectura de diarios en Internet, es investigar a sus lectores, a las audiencias, un terreno que ofrece algunas dificultades prácticas cuando la investigación no es propuesta desde los propios medios de comunicación. Estos desafíos se deben a la realidad cambiante que viven los nuevos medios –por ejemplo, el cambio de estrategia que los ha llevado a pasar de la gratuidad al cobro- y por otro al valor económico del objeto al que se acerca la mirada. La venta de audiencia a los anunciantes, la publicidad, representa la principal fuente de ingresos de los diarios y no la venta de ejemplares. Por ejemplo, en Uruguay el 60%-70% de los ingresos de los diarios proviene de la venta de publicidad, ingresos que iban en caída durante el período en que se realizó este trabajo, al igual que la propia cobertura de lectura de diarios[14]. Por lo tanto, en un entorno tan competitivo y poco favorable para estos medios de comunicación[15], resulta lógico esperar un cierto repliegue ante la intención de poner la mirada en su audiencia.

Más allá del contexto local, durante el Primer Congreso Iberoamericano de Periodismo Digital me terminé de convencer luego de conversar brevemente con algunos de los ponentes[16] –en la búsqueda de estudios similares realizados en otras partes del mundo- que la información sobre el comportamiento de los lectores, los diarios podían tenerla pero no la compartían y que debía ser yo quien debía hallarla.

Creo que este es un buen momento para pensar en el receptor, que parece estar más cerca y accesible que antes porque por ejemplo, hoy la tecnología hace posible saber qué hace una persona en la Web cuando navega. Algo que afecta a los propios medios online porque para vender publicidad se ven ante una demanda de datos más sofisticados acerca del comportamiento de su audiencia, ya no alcanza con decir a los anunciantes que hay tantas visitas en el sitio, y surgen conceptos nuevos como el de surrounding sessions que plantea el conocer qué hizo tal usuario dentro de ese sitio Web mientras estuvo navegando en él. Con este concepto se vende a los anunciantes el tiempo y los hábitos del suscriptor: cómo navegan, qué hacen dentro del sitio, su experiencia en al menos cinco páginas dentro de determinado sitio Web.[17]

Esto incide también en los propios estudios de comunicación porque plantea, a la vez, la posibilidad de tener nuevas fuentes de información sobre el comportamiento del receptor y el dilema ético de cómo recoger estos datos porque la tecnología hoy permite rastrear al usuario en su actividad de navegación sin que lo sepa[18].

Además, es necesario tener en cuenta que la mayoría de los datos y estudios más frecuentes sobre esta interacción entre los lectores y texto periodístico en Internet hasta el momento “han tendido más a enceguecer con grandes cifras que a dar cuenta de lo que ocurre con el lector-navegante del diario”, como bien lo planteó Ofa Bezunartea de la Universidad de Sevilla en el Congreso de Periodismo Digital organizado por Clarín y la Fundación Noble en Buenos Aires, a fines de octubre de 2003[19]:

“Los elementos cuantitativos son interesantes pero insuficientes para darnos una idea de cuál es el uso que se hacen los usuarios Internet. Las mediciones de audiencia en Internet, sufrieron de la misma psicosis general -hace unos cinco años- de que Internet iba a barrer con todo lo que existía y por eso hubo un interés especial en medir la cantidad. Las características mismas de Internet permitían el acceso a la información estadística que se suponía iba a tener un interés inmediato para la publicidad de los diarios. Se hizo hincapié en la cantidad de clicks y en el peso (la carga) de cada página porque la velocidad era una limitante que podía dejar afuera a lectores. Las mediciones oficiales nunca consiguen tener el dato de qué temas se leen y cuánto tiempo se pasan en cada sección”.

La académica advirtió que las cifras que se ofrecían podían confundir. Comentó que cuando se daba el número de usuarios de un diario online se tomaba el número de visitas al sitio Web considerando cada clic que el usuario ejecutaba como una visita, lo que podía dar resultados equívocos.

Por ejemplo, señaló que “La Vanguardia de Barcelona podía tener en esa época 20 mil usuarios diarios y El Periódico, que se edita en la misma ciudad, 18 mil usuarios. Sin embargo, en la clasificación de visitas aparecía por delante El Periódico que La Vanguardia porque en el número de visitas que se contabilizaban al mes, El Periódico tenía más millones de visitas o páginas vistas que La Vanguardia”.[20]

Este equívoco sistema de medición de visitas hizo que los propios medios se las ingeniaran para sumar el mayor número de clicks posibles, indicó. Por ejemplo, un click en el titular y otro clic en la foto de una misma noticia, se contabilizaba como dos visitas aunque se tratara de la misma información. No sólo se usaron las fotografías como artimañas para aumentar el número de visitas, sino también los pop ups[21]. El País de Madrid recibió una sanción por duplicar el número de visitas en su primera página usando pop ups, comentó Bezunartea.

“Lo engañoso del método estadístico de la medición de las audiencias nos lo muestra el hecho de que estemos hablando de millones de páginas vistas o millones de visitas a los medios o a Internet en general, y en España según los datos del 2002 sólo el 25% de la población es usuaria de Internet, y aunque ese número se está incrementando aceleradamente, resulta difícil superar la barrera del 30 y tanto por cierto de usuarios”, remató la académica.[22]

Incluso Jakob Nielsen, experto en temas de usabilidad en la Web quien suele brindar muchas cifras en sus apreciaciones e informaciones que regularmente publica en su newsletter Alertbox, también criticó el fetichismo de los números que impera en los estudios de usabilidad, y sugiere que es mejor hacer énfasis en los estudios cualitativos. [23]

Considero que los datos cuantitativos son un aporte para esta investigación pero que el acercamiento debe ser cualitativo dado el tema que se aborda: las prácticas de lectura. Es decir, se trata de buscar el cómo, más allá de la cifra y para ello un enfoque cuantitativo sería incompleto. Es el significado de la cifra inscripta en la cotidianeidad de los lectores de noticias en Internet lo que se intenta develar.

La técnica seleccionada, la entrevista en profundidad, “supone captar la experiencia del entrevistado en sus propios términos, acceder a las significaciones que para él tienen los sucesos a los que se refiere en la entrevista, reduciendo la intervención del investigador al mínimo posible. En otras palabras, lo esencial en ella es comprender desde el punto de vista del otro”. [24]

En resumen, con el propósito de investigar los modos de lectura de noticias en Internet, y compararlos con los hábitos de lectura de diarios impresos, realicé 10 entrevistas en profundidad a montevideanos, entre 25 y 36 años, universitarios, intensivos usuarios de Internet, lectores de diarios online e interesados por el consumo de información, para conocer su experiencia como lectores de diarios en Internet y sus opiniones con respecto a la lectura de diarios en papel.


[1] Jankowski, Nicholas W. NCA Preconference. Internet Research: An Introduction for Reasearches and Teachers. Atlanta, Georgia. Oct. 2001. http://baserv.uci.kun.nl/~jankow/Jankowski/presentations/
New_Methods_for_Internet_Research_(2001).pdf
.
[2] Callejo, Javier. Investigar las audiencias. Un análisis cualitativo... op cit. p 22.
[3] Ibidem.
[4] Ib. p 48.
[5] Cavallo, Guglielmo; Chartier, Roger, y otros. Historia de la lectura ... op cit.
[6] Para quienes el acceso a Internet es una práctica frecuente, y no esporádica.
[7] Congreso Iberoamericano de Periodismo Digital. Buenos Aires, 29, 30, 31 de octubre 2003. (http://www.congresobsas.clarin.com/)
[8] Cuyos resultados se presentan en el capítulo de este trabajo : Los lectores y la lectura de noticias en la Web. Primera aproximación.
[9] Fidler, Roger. Mediamorfosis. Comprender los nuevos medios. Buenos Aires. Granica. 1998. p 207-211
[10] Consultora Radar. Medio millón de perfectos desconocidos. El perfil del internauta uruguayo. Investigación cuantitativa realizada entre el 17 de octubre y 4 de noviembre de 2001.
[11] Entrevista realizada por la autora a Juan Da Rosa... op. cit //Achugar, Hugo. Repetí, Sandra. Dominzain, Susana. Radakovich, Rosario. Imaginarios y consumo cultural. Primer informe nacional sobre consumo y comportamiento cultural Uruguay 2002. Montevideo. Trilce. 2003. pp 58-63
[12] El Observador. Café&negocios. 29/09/02...ob.cit.
[13] Achugar, Hugo. Imaginarios y consumo cultural...op cit., pp 101-102
[14] Entrevista realizada por la autora a Juan Da Rosa. Octubre, 2003...op cit.
[15] Ha sido un período de despidos y dificultades económicas para los diarios en Uruguay, que en el caso del diario La República tuvo como consecuencia la imposibilidad de salir a la calle durante unos días.
[16] Nora D’Alessio, de Consultora D’Alessio Argentina; Ofa Bezunartea, de la Universidad de Sevilla; Rosental Calmon Alves, de la Universidad de Texas.
[17] Notas propias y documentación Power Point brindada por Rosental Calmon Alves de su presentación durante el Congreso de Periodismo Digital. Octubre, 2003.
[18] El uso de cookies por ejemplo. Al navegar en la Web estos archivos llamados cookies se almacenan en la computadora del usuario y permiten a la empresa/sitioWeb/institución saber quién es el usuario y rastrear su navegación. La mayoría de los usuarios tiene en las opciones de su navegador el aceptar el uso de cookies, por lo cual ni se entera que este rastreo se lleva a cabo.
[19] Notas propias y transcripción de la ponencia de Ofa Bezunartea durante el Congreso de Periodismo Digital. Octubre, 2003. op. cit.
[20] Ibidem.
[21] En este entonces no se habían divulgado aún los bloqueadores de popups que permiten impedir que estas ventanas se abran en la pantalla del usuario sin su consentimiento.
[22] Notas propias y transcipción de la ponencia de Ofa Bezunartea... op.cit.
[23] Nielsen, Jakob. Alertbox, March, 2004. Risks of Quantitative Studies. http://www.useit.com/alertbox/20040301.html
[24] Sánchez Vilela, Rosario. La entrevista en profundidad en la investigación de la recepción de telenovela. Conferencia realizada en la Pontificia Universidad Católica de Chile, diciembre 2002.


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