Los lectores y la lectura de noticias en la Web –2ª aproximación

En esta segunda etapa, con el propósito de indagar en los modos y significaciones de la lectura de noticias en Internet y atender a posibles cambios con respecto a la lectura de diarios en papel, realicé entrevistas en profundidad a 10 montevideanos, entre 25 y 36 años, universitarios, intensivos usuarios de Internet, lectores de diarios online e interesados por el consumo de información. El objetivo era conocer su experiencia como lectores de noticias en Internet y confrontarla con la lectura de noticias en diarios de papel.

Todos coincidieron en que se trata de experiencias distintas, y piden cosas diferentes a la hora de leer noticias en la Web o en el papel. Los aspectos que hacen de la lectura de noticias en papel una experiencia diferente a la lectura en Internet de acuerdo a lo que dicen estos lectores, se vinculan tanto a la materialidad de los objetos escritos como a sus propios gestos como sujetos lectores[218].

En sus apreciaciones se evidencian las diferencias que acarrea el cambio de soporte en cuanto a los modos de lectura que el papel y la pantalla hacen posible y, a la vez, limitan. La movilidad del diario papel les permite verlo en el living, leerlo en el baño, leerlo en la cama, llevarlo a la playa, o tirarse en el sillón a leer. Es decir, el diario en soporte papel acompaña a estos lectores en una diversidad de situaciones -personales, cotidianas, privadas, públicas- que permiten diferentes posturas del cuerpo: estar sentado en una silla, en un water, recostado en una cama, o tirado en un sillón.

Sin embargo, la lectura de noticias en la Web atada a la pantalla de una computadora evidentemente restringe la movilidad,[219] impone que el cuerpo (lector) vaya a donde está el objeto (pantalla) que generalmente se ubica sobre una mesa o escritorio sobre la cual el lector inclina su torso desde el asiento de una silla. Y el contexto de esta lectura se realiza mayoritariamente en dos situaciones de la vida cotidiana de estos lectores: el escritorio de su trabajo y/o el espacio que acoge a la computadora de su casa, a veces un escritorio, otras el living de la casa y hasta en el propio dormitorio:

“Leer el diario para mí es poder ir y verlo en el living, leerlo en el baño, leerlo en tu cama, es una actividad mucho más de entretenimiento, más como leer un libro quizás (...)Pero para mí no son sustitutivos, porque al diario (en papel) le doy un uso en una forma, por ejemplo ahora viene el verano y si me voy a la playa me puedo llevar el diario y me siento a leer el diario, en Internet
no lo podría hacer, es distinto.”

A pesar de que no ocupa tantos espacios físicos de la vida diaria de los entrevistados como lo hace el diario en papel, la lectura de noticias en Internet es una actividad integrada a su cotidianeidad: “Durante la semana y los fines de semana si estoy conectada en casa miro las noticias, es parte de lo cotidiano. Si estoy en Internet miro noticias”.

Y aunque están habituados al uso de computadora -pasan varias horas al día frente a una pantalla de computadora, porque todos usan computadoras en su trabajo y en sus casas- aún les cuesta la lectura en pantalla, así lo afirman y así se comprueba incluso entre aquellos cuyo primer impulso es asegurar que prefieren leer en la pantalla. Como se ilustra en la situación planteada con uno de los entrevistados: afirmó preferir leer en pantalla y que “en papel no leo nada, me fastidia el formato papel” mientras su escritorio estaba tapado de papeles tapados y apilados ordenadamente. Un rato más tarde, al avanzar en la charla, durante la misma entrevista, el lector dijo que: leer en pantalla me cansa, Si lo que tengo que leer es muy largo, imprimo. Si algo es de más de dos carillas ya imprimo. Y agregó: O algo con lo que vas a trabajar... porque es distinto a la noticia que la lees por curiosidad, ahí la leo online.

Estos lectores tienen una experiencia de contacto con el objeto material papel que les permite gestos como desmenuzar el diario y tirarlo por ahí, desparramándolo por diferentes lugares de la casa. En este despliegue el diario papel se integra al espacio cotidiano ocupando varios lugares: el baño, el lugar de mirar la televisión, la mesa, el cuarto, etc.

Además, la materialidad del diario papel presente en los espacios cotidianos habilita a un reencuentro con el texto que favorece la lectura casual y la relectura: “leo y releo, en cambio en una página (Web) si ya me metí en un lugar no voy a meterme dos veces, ¿entendés? El diario está tirado ahí y estoy esperando un programa en la tele y lo agarro y releo aquel artículo”.

Este desmenuzar el diario (“cosa que amo”), la lectura casual, la relectura, el mover el objeto hacia espacios privados, son gestos de los lectores que también hablan de algo en lo que todos coinciden en afirmar: la actividad de leer noticias en el papel está vinculada a un placer y entretenimiento, a un estado de tranquilidad que no se adjudica explícitamente a la lectura de noticias en Internet.

Leer un diario es una actividad placentera que relacionan con la experiencia de lectura de libros, en tanto a la lectura de noticias en Internet la califican desde un punto de vista funcional; en Internet el lector busca informarse en poco tiempo, de una forma cómoda, práctica, y eficiente: “Internet es una cosa informativa, seleccionás más, es más práctico, es más pragmático”.

Pero además de la descripción funcional que dan estos lectores, también sugieren otras formas de vincularse con la actividad de lectura de noticias en Internet, otorgándole por ejemplo, el lugar de una compañía durante la noche cuando los diarios del norte ya han publicado sus ediciones del día siguiente: de noche es como una compañía, me siento sola y sin sueño, me meto en Internet y tengo lo último que está pasando, algo que se comunica conmigo.

Por otro lado, dentro del ambiente de trabajo, más allá de la función de información que todos explicitan, la lectura de noticias en Internet permite también una suerte de escape, de relax, de descanso mental sin tener que alejarse de la silla donde se está trabajando. No hay que salir al corredor, o ir a buscar un café, basta cambiar la dirección Web del navegador. El entrevistado que tenía el escritorio del trabajo tapado de hojas impresas vinculaba el papel impreso al trabajo y lo diferenciaba de la lectura de noticias online que relacionaba con la curiosidad: imprimo si es algo con lo que vas a trabajar...es distinto a la noticia que la lees por curiosidad, ahí la leo online.

Esta función de esparcimiento también se comprueba en la lectura casual de noticias en Internet, de aquellas que atraen por la distracción, el descanso que supone su lectura, más que por el interés previo en ese tipo de contenido. A este tipo de noticias uno de los entrevistados lo denominó el caramelito: Entonces digo ya que entré, aunque no me interesa ninguno de los temas principales me tiro a leer una pavada. Me llevo el caramelito.

La función asignada en forma explícita por estos lectores a la actividad de lectura de noticias en Internet (informarse de todo en poco tiempo) muestra algo que se repite una y otra vez en las apreciaciones los entrevistados: la experiencia temporal de la lectura de noticias en papel es diferente que la experiencia temporal de la lectura de noticias en Internet. Internet me resulta mucho más efectivo para informarme si quiero saber en poco tiempo qué es lo que está pasando, dice uno de los entrevistados. Mientras que otro afirma que para poder leer todo en papel tendría que hacer medio horario de trabajo, El País de Madrid, mismo entre semana, tiene tanto para leer que te dura tres días. Compro el Clarín el domingo, y es martes y lo sigo leyendo.

Esta percepción temporal diferente también se revela cuando dicen qué es lo que valoran de leer noticias en Internet, donde se reitera en todos los casos la importancia asignada a la actualización de la información y la rapidez para informarse: “estoy enterada de todo de repente en 15 minutos, ¿me entendés? Me tomé media docena de mates y ya estoy, salgo prontita y digo bó mirá lo que pasó en no sé dónde. Internet tiene eso de mirá que informado que estoy. Eso del instante mejor o peor usado está ahí, no te lo quita nadie.”

Estos lectores esperan que las noticias en Internet los enteren de las novedades en el instante que suceden, quieren ver online el titular de la noticia al mismo tiempo que ésta se generó. Y el regreso al sitio Web que publicó la noticia no está asociado a la relectura de la información, sino a la búsqueda de nuevos y últimos acontecimientos.

Para los entrevistados la lectura del título y el copete de una noticia ya se considera lectura en Internet, les permite tener el pantallazo del tema en cuestión.

Además, también señalan como algo que valoran la posibilidad de acceder a información especializada y actualizada de su interés, como por ejemplo, la información económica o deportiva. Pero en general para la búsqueda de información especializada no utilizan los portales de noticias online sino sitios especializados en dichos contenidos. Por ejemplo, para consultar el clima van a Weather Channel en Internet. Y aunque los portales de noticias de los diarios online ofrecen más servicios desde su portada que las noticias, estos lectores generalmente no prestan atención ni consultan estas opciones.

En todos los casos es relevante el consumo de noticias online de diversos sitios Web en diferentes idiomas. Estos lectores leen al menos español e inglés, consumen medios de habla portuguesa -en concreto de Brasil- y hasta consultan las versiones online de diarios prestigiosos aunque no comprendan bien el idioma. Y este consumo de noticias online de diversas fuentes informativas se realiza en forma simultánea, lo que los lleva a tener varias ventanas del navegador de Internet abiertas a la vez en diferentes sitios de noticias.

Esto implica un acceso a diversos puntos de vista y a fuentes de información que de otro modo no están al alcance de estos lectores, por la simple razón de que no tienen sobre una mesa todas las versiones impresas de los medios que consultan a través de Internet. Por ejemplo, después de un partido de fútbol entre Uruguay y Brasil por las eliminatorias para el Mundial de Alemania 200?, una entrevistada volvió a su casa luego de ver el partido por la televisión en lo de unos amigos, y se conectó a Internet para ver qué decían los diarios en la Web, cómo titulaban los diarios argentinos y brasileros. Y se sorprendió gratamente de que el resultado con un comentario ya estuviera online en el diario Clarín. Los diarios brasileros demoraron en dar crédito a la derrota y anunciarla online.

Pero además de ir a buscar información a otros medios, navegando por los diarios online de otros países el lector también se entera que existe determinada información publicada que es de su interés: Si comprás un diario uruguayo no sabés que existe una columna de Umberto Eco. En Internet vos sabés que existe. [220]

A la simultaneidad de la lectura de diversas fuentes, se le suma la simultaneidad de actividades que conviven con esta lectura porque, estos lectores, mientras leen en Internet están realizando otras tareas como revisar correo electrónico, chatear, o trabajar: Lo que pasa es que hago todo al mismo tiempo... mientras estoy chateando dejo la ventana abierta y voy haciendo links a más cosas.

Es decir, intercalan la lectura de noticias de diversas fuentes en Internet con otras actividades diferentes que también realizan a través de la pantalla de la computadora.

De manera similar, es posible hablar con alguien mientras se lee el diario en papel, o se puede levantar la mirada para prestar atención por un momento a lo que sucede en la televisión mientras se sigue sosteniendo el diario entre las manos, o se pueden usar las páginas del diario para tapar el rostro, pensar en otra cosa, y descansar en el lugar de trabajo. Aunque claro, la simultaneidad de actividades cuando se lee el diario impreso no se realizan vinculadas al soporte papel, como sí sucede con la pantalla de la computadora que es a la vez el medio por el que se chatea con alguien, la tele que distrae, o la pantalla que sirve para pensar en otra cosa.

En cuanto a la forma en que leen las noticias online estos lectores han adoptado una cierta rutina al recorrer sus sitios de noticias favoritos que generalmente empieza por la portada (homepage) para ir luego a la información de su interés, aunque también se dejan tentar por algún titular dando lugar a la lectura casual. También acceden directamente al texto que les interesa desde el hiperenlace que acompaña al título y copete de las noticias que reciben por correo electrónico, ya que en general, están suscriptos a más de un servicio de noticias por correo electrónico.

Las rutinas de lectura de noticias online guardan similitudes con la lectura de noticias en diarios papel en el sentido que estos lectores ojean, y si se interesan leen el artículo entero: Leo todos los titulares, y a veces los copetes me alcanzan. En general no leo, pero tampoco leo el diario, ojeo. Ojeo, ojeo, y ese mismo comportamiento lo tengo en Internet.

Sin embargo, para estos lectores se trata de experiencias distintas, y la lectura de noticias en la Web genera otras expectativas que no están asociados tanto a la experiencia de lectura de noticias en el papel, como a las necesidades que se desprenden de su aprendizaje como usuarios de la Web, por ejemplo la rapidez. El lector que ojeaba las noticias en papel y en Internet definió ojear diciendo: agarro el diario, y tip tip tip (imitando con sus manos el movimiento de pasar las páginas). Pero este ojear en Internet se acelera como lo explica el mismo lector al decir: Yo hoy lo termino usando (al diario online) como una página de Internet: voy al índice de la sección, miro los títulos, clikeo los links y leo la noticia. Y me parece lento, a pesar de que tengo ADSL en casa.

La mayoría de los requerimientos que los entrevistados tienen para la lectura de noticias en Internet se vinculan a necesidades aprendidas como navegadores de Internet: velocidad de carga de páginas, facilidad para encontrar lo que buscan, lectura de textos cortos en pantalla y no abusar de las barras de navegación que los obligan a hacer scroll. Estos lectores siguen prefiriendo el papel cuando la lectura es extensa, expresan claramente su incomodidad con el scroll, y prefieren los hiperenlaces, siempre y cuando se les avise qué van a encontrar.

“Es medio complicado leer, tenés que escrolear, porque no te usa toda la ventana Usa una ventana más chica y además adentro de eso le ponen la nota y tenés que hacer scroll y eso molesta, eso molesta”.

Además, esperan que la página de inicio de los sitios Web de noticias tenga más cantidad de información[221] que la selección de las noticias más importantes que habitualmente un diario papel elige publicar en su portada.

También se vislumbran prácticas aplicadas para la obtención y lectura de textos periodísticos en Internet, que provienen de la experiencia en el uso de buscadores (como Google, Altavista, etc.) y que les permiten esquivar las restricciones al acceso de determinados contenidos pagos:

A mí me gusta mucho lo internacional y las columnas de opinión, pero ahora por las columnas de opinión tenés que pagar, en El Mundo tenés que pagar. Pero qué hice, por la columna que escribió Umberto Eco sobre antisemitismo en El Mundo tenés que pagar no sé cuánto, entonces me metí en un buscador y puse: “Umberto Eco antisemitismo” y si la nota es buena algún fanático la debe haber copiado y la debe tener en su página, y obviamente la tenía uno de tolerancia no sé cuanto y antixenofobia y no sé qué, y ahí leí la columna de Umberto Eco.”

Ante el fin de la gratuidad[222] del acceso a las noticias online la reacción más común entre estos lectores fue dejar de leer o acceder al sitio.[223] Pero también han sabido esquivar estas restricciones ya sea cambiando sus nombres de acceso para usar los períodos de prueba gratuitos una y otra vez hasta aburrirse, o sacando jugo a Internet: cuando encuentran un artículo que les interesa y su acceso es pago, van a un buscador y lo encuentran en otra parte de la Web.

Con relación al cambio de convenciones del lenguaje periodístico se hace evidente en los comentarios de estos lectores un conflicto con los medios impresos que están buscando su lenguaje en la Web, y aplican los diseños pensados para la presentación de noticias en papel a la Web, donde no funcionan, como lo explica esta entrevistada en relación a los encastres y pequeñas piezas que suelen acompañar a los informes publicados en diarios papel: “Casi siempre los links que son como de piezas agregadas a la nota son totalmente inútiles porque cuando estás en Internet no te aportan nada, estás un par de minutos más o de segundos más para abrir una cosa que no te hace la diferencia.”

Es curioso notar que estos lectores se refieren a los portales de noticias vinculados a diarios impresos nombrando al diario impreso más allá de que las propuestas online se presenten con identidad propia, diferente a la del diario impreso, como es el caso de Clarín Digital y Diario Clarín, o El Observador y Observa, por ejemplo.

Por otro lado se constata el reconocimiento de algunas de las nuevas convenciones periodísticas que algunos medios de comunicación utilizan online como la indicación del tiempo de lectura estimado para los textos: Me gusta mucho de Clarín el tiempo de lectura, saber cuánto tiempo te va a llevar leer.


Recopilando estos resultados se puede concluir que los entrevistados coinciden en que leer noticias en la Web o en el papel son experiencias distintas.

Asocian más al entretenimiento y al placer a la lectura de noticias en papel que a la lectura de noticias en Internet, donde sobre todo buscan informarse con rapidez. Sin embargo, también se observa que no establecen un vínculo con la lectura de noticias en Internet tan frío como lo describen, ya que también se lo usa como escape o descanso en el ambiente laboral, y compañía en la noche.

En Internet, lo que valoran sobre todo, y notan como diferencial, es la actualización de la información y la rapidez para informarse, dos características directamente vinculadas al tiempo.

Para ellos la lectura de noticias en Internet es una actividad integrada a su vida cotidiana, tanto en el contexto laboral como en sus hogares. Consumen información de varios medios de comunicación, y lo hacen en forma simultánea. En este sentido Internet ha implicado una apertura a la información de diversos lugares del mundo, ya que el lector asiduo de noticias en Internet, interesado en el consumo de noticias, no se limita a observar los portales de los medios locales, sino que conocen, consumen y han integrado a sus rutinas la lectura de medios en Internet de otros países.

La lectura en la Web es multitarea: leen mientras realizan otras actividades –chateo, trabajo, por ejemplo- y tienen varias ventanas abiertas, o electrónicos abiertos mientras pasan la atención y la mirada de una cosa a la otra. Algo que se daba también en la lectura de diarios en papel, aunque no vinculado al mismo soporte. En este caso la simultaneidad de actividades convive en la pantalla.

Aunque se trata de personas habituadas al uso de la computadora -están varias horas al día frente a una pantalla de computadora, porque todos usan computadoras en su trabajo- aún les cuesta la lectura en pantalla. Cuando la lectura es extensa el papel sigue siendo el preferido de estos lectores que sí se incomodan con el scroll, y prefieren los hiperenlaces, siempre y cuando se les avise qué van a encontrar. La lectura de noticias en la Web genera otras expectativas que no están asociadas tanto a la experiencia de lectura de noticias en el papel, como a las necesidades que se desprenden de su aprendizaje como usuarios de la Web.

Dentro de los portales Web de noticias, han adoptado una cierta rutina al recorrer sus sitios favoritos que generalmente empieza por la portada para ir a la información de su interés. La lectura de noticias en la Web es similar a la lectura de noticias en papel en el sentido que estos lectores ojean, y si algo les despierta interés leen el artículo entero. Este paseo de la mirada se hace por los titulares, y copetes. Y esto muchas veces ya satisface al lector.


[218] Expresiones de Roger Chartier en Cavallo, Guglielmo; Chartier, Roger, y otros. Historia de la lectura...op cit. p 425.
[219] La lectura en dispositivos móviles es otra área de sumo interés para explorar.
[220] Referencia a columna publicada en El Mundo.es
[221] Algo que la tecnología de Internet hace posible.
[222] Las entrevistas se realizaron en 2003 año, cuando los diarios El Observador y El País locales comenzaron a cobrar el acceso a sus contenidos en Internet.
[223] Por ejemplo, El Observador de Uruguay; El País de Madrid y las columnas de opinión de ElMundo.es.

Seguir a las Conclusiones (una de las cosas que más criticaron en el acta que escribió el tribunal luego de la defensa. Ustedes dirán. En cualquier caso, estas reflexiones finales me condujeron al tema que hoy me interesa profundizar: la producción y consumo para y desde los disposivos móviles)

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En esta segunda etapa, con el propósito de indagar en los modos y significaciones de la lectura de noticias en Internet y atender a posibles cambios con respecto a la lectura de diarios en papel, realicé entrevistas en profundidad a 10 montevideanos, entre 25 y 36 años, universitarios, intensivos usuarios de Internet, lectores de diarios online e interesados por el consumo de información. El objetivo era conocer su experiencia como lectores de noticias en Internet y confrontarla con la lectura de noticias en diarios de papel.

Todos coincidieron en que se trata de experiencias distintas, y piden cosas diferentes a la hora de leer noticias en la Web o en el papel. Los aspectos que hacen de la lectura de noticias en papel una experiencia diferente a la lectura en Internet de acuerdo a lo que dicen estos lectores, se vinculan tanto a la materialidad de los objetos escritos como a sus propios gestos como sujetos lectores[218].

En sus apreciaciones se evidencian las diferencias que acarrea el cambio de soporte en cuanto a los modos de lectura que el papel y la pantalla hacen posible y, a la vez, limitan. La movilidad del diario papel les permite verlo en el living, leerlo en el baño, leerlo en la cama, llevarlo a la playa, o tirarse en el sillón a leer. Es decir, el diario en soporte papel acompaña a estos lectores en una diversidad de situaciones -personales, cotidianas, privadas, públicas- que permiten diferentes posturas del cuerpo: estar sentado en una silla, en un water, recostado en una cama, o tirado en un sillón.

Sin embargo, la lectura de noticias en la Web atada a la pantalla de una computadora evidentemente restringe la movilidad,[219] impone que el cuerpo (lector) vaya a donde está el objeto (pantalla) que generalmente se ubica sobre una mesa o escritorio sobre la cual el lector inclina su torso desde el asiento de una silla. Y el contexto de esta lectura se realiza mayoritariamente en dos situaciones de la vida cotidiana de estos lectores: el escritorio de su trabajo y/o el espacio que acoge a la computadora de su casa, a veces un escritorio, otras el living de la casa y hasta en el propio dormitorio:

“Leer el diario para mí es poder ir y verlo en el living, leerlo en el baño, leerlo en tu cama, es una actividad mucho más de entretenimiento, más como leer un libro quizás (...)Pero para mí no son sustitutivos, porque al diario (en papel) le doy un uso en una forma, por ejemplo ahora viene el verano y si me voy a la playa me puedo llevar el diario y me siento a leer el diario, en Internet
no lo podría hacer, es distinto.”

A pesar de que no ocupa tantos espacios físicos de la vida diaria de los entrevistados como lo hace el diario en papel, la lectura de noticias en Internet es una actividad integrada a su cotidianeidad: “Durante la semana y los fines de semana si estoy conectada en casa miro las noticias, es parte de lo cotidiano. Si estoy en Internet miro noticias”.

Y aunque están habituados al uso de computadora -pasan varias horas al día frente a una pantalla de computadora, porque todos usan computadoras en su trabajo y en sus casas- aún les cuesta la lectura en pantalla, así lo afirman y así se comprueba incluso entre aquellos cuyo primer impulso es asegurar que prefieren leer en la pantalla. Como se ilustra en la situación planteada con uno de los entrevistados: afirmó preferir leer en pantalla y que “en papel no leo nada, me fastidia el formato papel” mientras su escritorio estaba tapado de papeles tapados y apilados ordenadamente. Un rato más tarde, al avanzar en la charla, durante la misma entrevista, el lector dijo que: leer en pantalla me cansa, Si lo que tengo que leer es muy largo, imprimo. Si algo es de más de dos carillas ya imprimo. Y agregó: O algo con lo que vas a trabajar... porque es distinto a la noticia que la lees por curiosidad, ahí la leo online.

Estos lectores tienen una experiencia de contacto con el objeto material papel que les permite gestos como desmenuzar el diario y tirarlo por ahí, desparramándolo por diferentes lugares de la casa. En este despliegue el diario papel se integra al espacio cotidiano ocupando varios lugares: el baño, el lugar de mirar la televisión, la mesa, el cuarto, etc.

Además, la materialidad del diario papel presente en los espacios cotidianos habilita a un reencuentro con el texto que favorece la lectura casual y la relectura: “leo y releo, en cambio en una página (Web) si ya me metí en un lugar no voy a meterme dos veces, ¿entendés? El diario está tirado ahí y estoy esperando un programa en la tele y lo agarro y releo aquel artículo”.

Este desmenuzar el diario (“cosa que amo”), la lectura casual, la relectura, el mover el objeto hacia espacios privados, son gestos de los lectores que también hablan de algo en lo que todos coinciden en afirmar: la actividad de leer noticias en el papel está vinculada a un placer y entretenimiento, a un estado de tranquilidad que no se adjudica explícitamente a la lectura de noticias en Internet.

Leer un diario es una actividad placentera que relacionan con la experiencia de lectura de libros, en tanto a la lectura de noticias en Internet la califican desde un punto de vista funcional; en Internet el lector busca informarse en poco tiempo, de una forma cómoda, práctica, y eficiente: “Internet es una cosa informativa, seleccionás más, es más práctico, es más pragmático”.

Pero además de la descripción funcional que dan estos lectores, también sugieren otras formas de vincularse con la actividad de lectura de noticias en Internet, otorgándole por ejemplo, el lugar de una compañía durante la noche cuando los diarios del norte ya han publicado sus ediciones del día siguiente: de noche es como una compañía, me siento sola y sin sueño, me meto en Internet y tengo lo último que está pasando, algo que se comunica conmigo.

Por otro lado, dentro del ambiente de trabajo, más allá de la función de información que todos explicitan, la lectura de noticias en Internet permite también una suerte de escape, de relax, de descanso mental sin tener que alejarse de la silla donde se está trabajando. No hay que salir al corredor, o ir a buscar un café, basta cambiar la dirección Web del navegador. El entrevistado que tenía el escritorio del trabajo tapado de hojas impresas vinculaba el papel impreso al trabajo y lo diferenciaba de la lectura de noticias online que relacionaba con la curiosidad: imprimo si es algo con lo que vas a trabajar...es distinto a la noticia que la lees por curiosidad, ahí la leo online.

Esta función de esparcimiento también se comprueba en la lectura casual de noticias en Internet, de aquellas que atraen por la distracción, el descanso que supone su lectura, más que por el interés previo en ese tipo de contenido. A este tipo de noticias uno de los entrevistados lo denominó el caramelito: Entonces digo ya que entré, aunque no me interesa ninguno de los temas principales me tiro a leer una pavada. Me llevo el caramelito.

La función asignada en forma explícita por estos lectores a la actividad de lectura de noticias en Internet (informarse de todo en poco tiempo) muestra algo que se repite una y otra vez en las apreciaciones los entrevistados: la experiencia temporal de la lectura de noticias en papel es diferente que la experiencia temporal de la lectura de noticias en Internet. Internet me resulta mucho más efectivo para informarme si quiero saber en poco tiempo qué es lo que está pasando, dice uno de los entrevistados. Mientras que otro afirma que para poder leer todo en papel tendría que hacer medio horario de trabajo, El País de Madrid, mismo entre semana, tiene tanto para leer que te dura tres días. Compro el Clarín el domingo, y es martes y lo sigo leyendo.

Esta percepción temporal diferente también se revela cuando dicen qué es lo que valoran de leer noticias en Internet, donde se reitera en todos los casos la importancia asignada a la actualización de la información y la rapidez para informarse: “estoy enterada de todo de repente en 15 minutos, ¿me entendés? Me tomé media docena de mates y ya estoy, salgo prontita y digo bó mirá lo que pasó en no sé dónde. Internet tiene eso de mirá que informado que estoy. Eso del instante mejor o peor usado está ahí, no te lo quita nadie.”

Estos lectores esperan que las noticias en Internet los enteren de las novedades en el instante que suceden, quieren ver online el titular de la noticia al mismo tiempo que ésta se generó. Y el regreso al sitio Web que publicó la noticia no está asociado a la relectura de la información, sino a la búsqueda de nuevos y últimos acontecimientos.

Para los entrevistados la lectura del título y el copete de una noticia ya se considera lectura en Internet, les permite tener el pantallazo del tema en cuestión.

Además, también señalan como algo que valoran la posibilidad de acceder a información especializada y actualizada de su interés, como por ejemplo, la información económica o deportiva. Pero en general para la búsqueda de información especializada no utilizan los portales de noticias online sino sitios especializados en dichos contenidos. Por ejemplo, para consultar el clima van a Weather Channel en Internet. Y aunque los portales de noticias de los diarios online ofrecen más servicios desde su portada que las noticias, estos lectores generalmente no prestan atención ni consultan estas opciones.

En todos los casos es relevante el consumo de noticias online de diversos sitios Web en diferentes idiomas. Estos lectores leen al menos español e inglés, consumen medios de habla portuguesa -en concreto de Brasil- y hasta consultan las versiones online de diarios prestigiosos aunque no comprendan bien el idioma. Y este consumo de noticias online de diversas fuentes informativas se realiza en forma simultánea, lo que los lleva a tener varias ventanas del navegador de Internet abiertas a la vez en diferentes sitios de noticias.

Esto implica un acceso a diversos puntos de vista y a fuentes de información que de otro modo no están al alcance de estos lectores, por la simple razón de que no tienen sobre una mesa todas las versiones impresas de los medios que consultan a través de Internet. Por ejemplo, después de un partido de fútbol entre Uruguay y Brasil por las eliminatorias para el Mundial de Alemania 200?, una entrevistada volvió a su casa luego de ver el partido por la televisión en lo de unos amigos, y se conectó a Internet para ver qué decían los diarios en la Web, cómo titulaban los diarios argentinos y brasileros. Y se sorprendió gratamente de que el resultado con un comentario ya estuviera online en el diario Clarín. Los diarios brasileros demoraron en dar crédito a la derrota y anunciarla online.

Pero además de ir a buscar información a otros medios, navegando por los diarios online de otros países el lector también se entera que existe determinada información publicada que es de su interés: Si comprás un diario uruguayo no sabés que existe una columna de Umberto Eco. En Internet vos sabés que existe. [220]

A la simultaneidad de la lectura de diversas fuentes, se le suma la simultaneidad de actividades que conviven con esta lectura porque, estos lectores, mientras leen en Internet están realizando otras tareas como revisar correo electrónico, chatear, o trabajar: Lo que pasa es que hago todo al mismo tiempo... mientras estoy chateando dejo la ventana abierta y voy haciendo links a más cosas.

Es decir, intercalan la lectura de noticias de diversas fuentes en Internet con otras actividades diferentes que también realizan a través de la pantalla de la computadora.

De manera similar, es posible hablar con alguien mientras se lee el diario en papel, o se puede levantar la mirada para prestar atención por un momento a lo que sucede en la televisión mientras se sigue sosteniendo el diario entre las manos, o se pueden usar las páginas del diario para tapar el rostro, pensar en otra cosa, y descansar en el lugar de trabajo. Aunque claro, la simultaneidad de actividades cuando se lee el diario impreso no se realizan vinculadas al soporte papel, como sí sucede con la pantalla de la computadora que es a la vez el medio por el que se chatea con alguien, la tele que distrae, o la pantalla que sirve para pensar en otra cosa.

En cuanto a la forma en que leen las noticias online estos lectores han adoptado una cierta rutina al recorrer sus sitios de noticias favoritos que generalmente empieza por la portada (homepage) para ir luego a la información de su interés, aunque también se dejan tentar por algún titular dando lugar a la lectura casual. También acceden directamente al texto que les interesa desde el hiperenlace que acompaña al título y copete de las noticias que reciben por correo electrónico, ya que en general, están suscriptos a más de un servicio de noticias por correo electrónico.

Las rutinas de lectura de noticias online guardan similitudes con la lectura de noticias en diarios papel en el sentido que estos lectores ojean, y si se interesan leen el artículo entero: Leo todos los titulares, y a veces los copetes me alcanzan. En general no leo, pero tampoco leo el diario, ojeo. Ojeo, ojeo, y ese mismo comportamiento lo tengo en Internet.

Sin embargo, para estos lectores se trata de experiencias distintas, y la lectura de noticias en la Web genera otras expectativas que no están asociados tanto a la experiencia de lectura de noticias en el papel, como a las necesidades que se desprenden de su aprendizaje como usuarios de la Web, por ejemplo la rapidez. El lector que ojeaba las noticias en papel y en Internet definió ojear diciendo: agarro el diario, y tip tip tip (imitando con sus manos el movimiento de pasar las páginas). Pero este ojear en Internet se acelera como lo explica el mismo lector al decir: Yo hoy lo termino usando (al diario online) como una página de Internet: voy al índice de la sección, miro los títulos, clikeo los links y leo la noticia. Y me parece lento, a pesar de que tengo ADSL en casa.

La mayoría de los requerimientos que los entrevistados tienen para la lectura de noticias en Internet se vinculan a necesidades aprendidas como navegadores de Internet: velocidad de carga de páginas, facilidad para encontrar lo que buscan, lectura de textos cortos en pantalla y no abusar de las barras de navegación que los obligan a hacer scroll. Estos lectores siguen prefiriendo el papel cuando la lectura es extensa, expresan claramente su incomodidad con el scroll, y prefieren los hiperenlaces, siempre y cuando se les avise qué van a encontrar.

“Es medio complicado leer, tenés que escrolear, porque no te usa toda la ventana Usa una ventana más chica y además adentro de eso le ponen la nota y tenés que hacer scroll y eso molesta, eso molesta”.

Además, esperan que la página de inicio de los sitios Web de noticias tenga más cantidad de información[221] que la selección de las noticias más importantes que habitualmente un diario papel elige publicar en su portada.

También se vislumbran prácticas aplicadas para la obtención y lectura de textos periodísticos en Internet, que provienen de la experiencia en el uso de buscadores (como Google, Altavista, etc.) y que les permiten esquivar las restricciones al acceso de determinados contenidos pagos:

A mí me gusta mucho lo internacional y las columnas de opinión, pero ahora por las columnas de opinión tenés que pagar, en El Mundo tenés que pagar. Pero qué hice, por la columna que escribió Umberto Eco sobre antisemitismo en El Mundo tenés que pagar no sé cuánto, entonces me metí en un buscador y puse: “Umberto Eco antisemitismo” y si la nota es buena algún fanático la debe haber copiado y la debe tener en su página, y obviamente la tenía uno de tolerancia no sé cuanto y antixenofobia y no sé qué, y ahí leí la columna de Umberto Eco.”

Ante el fin de la gratuidad[222] del acceso a las noticias online la reacción más común entre estos lectores fue dejar de leer o acceder al sitio.[223] Pero también han sabido esquivar estas restricciones ya sea cambiando sus nombres de acceso para usar los períodos de prueba gratuitos una y otra vez hasta aburrirse, o sacando jugo a Internet: cuando encuentran un artículo que les interesa y su acceso es pago, van a un buscador y lo encuentran en otra parte de la Web.

Con relación al cambio de convenciones del lenguaje periodístico se hace evidente en los comentarios de estos lectores un conflicto con los medios impresos que están buscando su lenguaje en la Web, y aplican los diseños pensados para la presentación de noticias en papel a la Web, donde no funcionan, como lo explica esta entrevistada en relación a los encastres y pequeñas piezas que suelen acompañar a los informes publicados en diarios papel: “Casi siempre los links que son como de piezas agregadas a la nota son totalmente inútiles porque cuando estás en Internet no te aportan nada, estás un par de minutos más o de segundos más para abrir una cosa que no te hace la diferencia.”

Es curioso notar que estos lectores se refieren a los portales de noticias vinculados a diarios impresos nombrando al diario impreso más allá de que las propuestas online se presenten con identidad propia, diferente a la del diario impreso, como es el caso de Clarín Digital y Diario Clarín, o El Observador y Observa, por ejemplo.

Por otro lado se constata el reconocimiento de algunas de las nuevas convenciones periodísticas que algunos medios de comunicación utilizan online como la indicación del tiempo de lectura estimado para los textos: Me gusta mucho de Clarín el tiempo de lectura, saber cuánto tiempo te va a llevar leer.


Recopilando estos resultados se puede concluir que los entrevistados coinciden en que leer noticias en la Web o en el papel son experiencias distintas.

Asocian más al entretenimiento y al placer a la lectura de noticias en papel que a la lectura de noticias en Internet, donde sobre todo buscan informarse con rapidez. Sin embargo, también se observa que no establecen un vínculo con la lectura de noticias en Internet tan frío como lo describen, ya que también se lo usa como escape o descanso en el ambiente laboral, y compañía en la noche.

En Internet, lo que valoran sobre todo, y notan como diferencial, es la actualización de la información y la rapidez para informarse, dos características directamente vinculadas al tiempo.

Para ellos la lectura de noticias en Internet es una actividad integrada a su vida cotidiana, tanto en el contexto laboral como en sus hogares. Consumen información de varios medios de comunicación, y lo hacen en forma simultánea. En este sentido Internet ha implicado una apertura a la información de diversos lugares del mundo, ya que el lector asiduo de noticias en Internet, interesado en el consumo de noticias, no se limita a observar los portales de los medios locales, sino que conocen, consumen y han integrado a sus rutinas la lectura de medios en Internet de otros países.

La lectura en la Web es multitarea: leen mientras realizan otras actividades –chateo, trabajo, por ejemplo- y tienen varias ventanas abiertas, o electrónicos abiertos mientras pasan la atención y la mirada de una cosa a la otra. Algo que se daba también en la lectura de diarios en papel, aunque no vinculado al mismo soporte. En este caso la simultaneidad de actividades convive en la pantalla.

Aunque se trata de personas habituadas al uso de la computadora -están varias horas al día frente a una pantalla de computadora, porque todos usan computadoras en su trabajo- aún les cuesta la lectura en pantalla. Cuando la lectura es extensa el papel sigue siendo el preferido de estos lectores que sí se incomodan con el scroll, y prefieren los hiperenlaces, siempre y cuando se les avise qué van a encontrar. La lectura de noticias en la Web genera otras expectativas que no están asociadas tanto a la experiencia de lectura de noticias en el papel, como a las necesidades que se desprenden de su aprendizaje como usuarios de la Web.

Dentro de los portales Web de noticias, han adoptado una cierta rutina al recorrer sus sitios favoritos que generalmente empieza por la portada para ir a la información de su interés. La lectura de noticias en la Web es similar a la lectura de noticias en papel en el sentido que estos lectores ojean, y si algo les despierta interés leen el artículo entero. Este paseo de la mirada se hace por los titulares, y copetes. Y esto muchas veces ya satisface al lector.


[218] Expresiones de Roger Chartier en Cavallo, Guglielmo; Chartier, Roger, y otros. Historia de la lectura...op cit. p 425.
[219] La lectura en dispositivos móviles es otra área de sumo interés para explorar.
[220] Referencia a columna publicada en El Mundo.es
[221] Algo que la tecnología de Internet hace posible.
[222] Las entrevistas se realizaron en 2003 año, cuando los diarios El Observador y El País locales comenzaron a cobrar el acceso a sus contenidos en Internet.
[223] Por ejemplo, El Observador de Uruguay; El País de Madrid y las columnas de opinión de ElMundo.es.

Seguir a las Conclusiones (una de las cosas que más criticaron en el acta que escribió el tribunal luego de la defensa. Ustedes dirán. En cualquier caso, estas reflexiones finales me condujeron al tema que hoy me interesa profundizar: la producción y consumo para y desde los disposivos móviles)

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